Si se pudieran curar las heridas del alma del mismo modo cuando la carne enferma, dejando que la sangre corra en calma escribiría esos versos que la noche reclama
Podrán cerrarse todos los caminos agotarse las fuentes y los mares cortarse de raíz todos los árboles pero nada podrá torcer nuestros destinos
Podrán permanecer quietas las horas enmudeciendo el reloj de tu vida y la mía, partir en dos mitades la risa, la alegría pero nadie podrá silenciar las palabras
Podrán juzgar cuanto digo en mis versos pretendiendo adivinar mi pensamiento, sin saber si el corazón triste o contento muere resucitando la noche y sus recuerdos
Podrán reir del loco que en su locura muestra con desparpajo sus miserias, acomodando en su mundo de incoherencias alguna chance lejana de cordura
AUTOR
Lilian Elizabeth De Marco
**Andoeni Diseños** |
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