La noche ha de llegar acariciante, en sus ojos su diáfana mirada llegará hasta los ecos de ésta agónica tarde vestida de azabache , aromada en nostalgias... En su paso crucial a de esconderse aquel rayo de sol entre sus manos, el paisaje se cubrirá de rojo fuego sobre el ancho montículo naciente.... Se sumará la luna envuelta en plata su larga cabellera trepando las montañas, su luz ha de irradiar la soberana, burlando así los misterios que guarda.... La noche crepitando aúlla y calla, su voz es un sonido quebrado en su garganta, peregrina en las sombras sobre sus pasos anda, quizá traiga consigo remansos de esperanza... La noche de esta tarde donde se muere el día despunta silenciosa en los critales de la melancolía; en doliente cortejo la tarde baja en calma, naciendo en su horizonte ésta noche del alma.....
Lilian Elizabeth...
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