Muchas veces somos víctimas de vulgares chismes que salen de personas a las que poco les interesa la dignidad y el respeto, otras caemos en el engaño de quienes hemos creído son personas de fiar y equivocadamente confiamos en ellas y más tarde vemos como toman una parte de nuestras vidas que nosotros mismos les hemos confiado y la disfrazan, manipulan a su antojo cuasandonos heridas muy dentro del alma porque lejos estan de la verdad.
La palabra es y será siempre un vínculo entre los hombres y los pueblos pero Dios sabe que puede ser de nosotros si esa palabra es usada para provocar dolor, herir, causar pesar
La palabra es un arma poderosa, bien usada puede entre mil cosas, evitar grandes catástrofes, mal empleada puede llegar a ser letal....Cuidemos el uso de la misma.
Lilian Elizabet
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